Enfrentamientos en Río por desalojo de edificio abandonado


Los sintechos que abandonaron el edificio hicieron una protesta pacífica en frente a la municipalidad.
Un edificio perteneciente a la telefónica Oi fue escenario de una violenta acción de la policía este viernes (11), después que una decisión judicial ordenó desalojar a unas 5 000 personas que ocupaban la instalación hace 11 días.
El problema se intensificó cuando un líder comunitario fue detenido y policías lanzaron granadas de aturdimiento y bombas de gas lacrimógeno para controlar la situación. Un coche de la Policía Militar y un autobús fueron incendiados. Fuerzas de choque dispararon balas de goma para intentar alejar a los manifestantes. Una unidad móvil de una red televisiva fue apedreada.
La edificación ocupada por los sintechos se encontraba abandonada hace más de diez años.
En un comunicado, el gobierno del estado de Río de Janeiro informó que la Policía Militar cumplía una orden judicial dictada por la jueza Maria Aparecida Silveira de Abreu.

La solución ahora parece depender de los políticos, porque legalmente la decisión ya fue tomada. Esa opinión la comparten varios ocupantes del lugar, donde funcionaba un depósito de la antigua Telerj
Familias que no tienen donde vivir
Los sintechos que abandonaron el edificio hicieron una protesta pacífica, durante la cual gritaban la consigna: "¡Queremos viviendas!". La mayoría de los ocupantes se quedó en la acera, con las pertenencias que han podido recoger, como el desempleado Reginaldo Pereira, de 31 años, que estaba junto a su esposa y a su hijo de 1 año: "Ellos llegaron a las 4h y lanzaron gas pimienta en nuestros ojos, sin que hubiéramos ofrecido ninguna resistencia".
Así como Pereira, la gran mayoría de los invasores decidió ocupar la propiedad para escapar de los inflados precios de los alquileres, que se han disparado en la región, especialmente tras el proceso de pacificación de las favelas. "Lo que todos quieren es tener dónde vivir, porque no participamos en ningún proyecto social del gobierno. Tuve que dejar mi comunidad, el Jacarezinho, porque no podía pagar el alquiler. Gano cerca de US$ 320,00 al mes y pago US$ 180,00 de alquiler. El resto me alcanza solo para comer", afirma el mecánico Adriano Rodrigues de Oliveira.
Sin embargo, la solución ahora parece depender de los políticos, porque legalmente la decisión ya fue tomada. Esa opinión la comparten varios ocupantes de la planta, donde funcionaba un depósito de la antigua Telerj (compañía telefónica estatal privatizada en los años 90), que, tras ser abandonada, se convirtió en un punto de venda y consumo de crack.
"Es importante que el gobernador [Luiz Fernando] Pezão nos ayude. No queremos violencia", indicó la jubilada Denair Borges. Muchos cuestionaban los gastos realizados en los últimos años en obras para la Copa Mundial de fútbol. "Para la Copa tienen dinero, pero no han invertido nada en la población. Las elecciones se están acercando, y luego estarán por aquí pidiendo votos', se quejó Fabiana de Paula da Costa, quien actualmente está desempleada.

La Policía Militar también restringió el trabajo de la prensa. Periodistas que cubrieron la evacuación del edificio y del terreno acabaron víctimas de la violencia.
Periodistas atacados
La Policía Militar también restringió el trabajo de la prensa. Periodistas que cubrieron la evacuación del edificio y del terreno ocupados acabaron víctimas de la violencia. El periodista Bruno Amorim, del diario O Globo, fue detenido mientras registraba imágenes de la acción policial. Uno de los agentes, que no llevaba identificación, le arrancó las gafas, y su celular fue incautado por más de una hora.
Ese no fue el único caso de intimidación policial a periodistas durante la operación: El periodista Leonardo Barros, del mismo diario, también fue amenazado con arresto si no "se echara a correr" de allí.
Las entidades que congregan a profesionales y empresas de comunicación condenaron la violencia policial y también la reacción de los manifestantes que resistieron a la evacuación y atacaron los vehículos de tres grandes cadenas de televisión (Globo, SBT y Record). Para la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación, al vandalizar vehículos de medios de comunicación, "los manifestantes se unen a la policía en el atentado contra el derecho de toda la sociedad a la información".
Asimismo, la Asociación Brasileña de Emisoras de Radio y televisión subrayó que "es muy preocupante" el empleo de métodos violentos tanto por parte de la Policía Militar como de los ciudadanos con el objetivo de obstaculizar la labor periodística y privar a la sociedad del a la información.
Traducción: Lucas Magdiel
Fonte: Enfrentamientos en Río por desalojo de edificio abandonado


