Politólogos evalúan participación popular durante las manifestaciones


“Del mismo modo que están en contra de la corrupción, están en contra el desarrollo de políticas de igualdad social. Hay una fuerte preferencia por políticas de seguridad y una amplia aceptación de la pena de muerte y de la tenencia de armas.”
Con base en datos recogidos por la encuestadora Data Folha y por la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), politólogos evaluaron el perfil de los participantes en las protestas del domingo pasado (16).
Para Helcimara Telles, investigadora de UFMG, aunque la mayor parte de los manifestantes votaron por Aécio Neves, candidato presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), los actos no fueron en pro del PSDB sino "profundamente anti-PT". Telles menciona cifras acerca de las manifestaciones. En Belo Horizonte, la encuesta mostró que 53,7% de los manifestantes han votado alguna vez por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT). En cuanto a los sentimientos de los encuestados hacia el partido, el 75,6% se sentían indignados y el 72,1% se sentían disgustados. Los sentimientos hacia la presidenta Dilma Rousseff son similares: el 75,6% reportaron indignación el 70,7% se mostraron disgustados.
Según Telles, los dados indican un perfil conservador y de derecha. “Del mismo modo que están en contra de la corrupción, están en contra el desarrollo de políticas de igualdad social. Hay una fuerte preferencia por políticas de seguridad y una amplia aceptación de la pena de muerte y de la tenencia de armas.”
Ella cree que la mayoría de los manifestantes son demócratas ambivalentes, para quienes la democracia es aceptable siempre y cuando se mantenga un cierto orden. “Aceptan la democracia, pero bajo ciertas condiciones y contextos pueden aceptar gobiernos autoritarios, es decir, pueden convertirse en una masa de personas que en el futuro pueden ser atraídas por candidatos neopopulistas, que ponen sus intereses por encima de estructuras político-partidistas."

En la opinión del politólogo David Fleischer, de la Universidad de Brasilia, “lo único que une a todas esas personas es el sentimiento de disgusto, decepción y molestia por la situación, en especial por la crisis económica”,
En su opinión, la asistencia más baja –mucho más baja que en la primera manifestación– el domingo pasado en Belo Horizonte se debe a la radicalización del movimiento hacia la derecha. “Personas con una posición centrista intentaron participar en las manifestaciones en marzo, pero fueron ahuyentadas por el radicalismo de los manifestantes. En primer lugar, hay algunos grupos que piden una intervención ilegal, cuestionan la legitimidad del proceso democrático y los resultados de las urnas, y que cada día se ponen más en contra del gobierno y del PT.
El politólogo Márcio Malta, de la Universidad Federal Fluminense (UFF), señaló que los movimientos que convocan protestas en todo el país y piden la destitución de la presidenta Dilma Rousseff no tienen ningún consenso sobre sus consecuencias. Es decir, algunos sostienen que sería mejor si el vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), asumiera la presidencia, otros piden nuevas elecciones. “Tenemos que proteger y respetar nuestra Constitución. No existe tercera vuelta. Las elecciones deben ser respetadas como marco jurídico y democrático, resaltó el experto en una entrevista con la Radio Nacional AM, de la Empresa Brasil de Comunicación (EBC).
Malta cree que la menor asistencia en la manifestación de Avenida Atlântica en Copacabana, bien como en otras capitales, da cierta tranquilidad al gobierno, que temía un mayor número de asistentes respecto a las manifestaciones de marzo y abril. “Había un gran temor a que estas manifestaciones crecieran. Ahora el gobierno se ve ante un panorama de mayor tranquilidad para tratar de articular y mover los sectores lo apoyan.”
Para Malta, el movimiento ha perdido fuerza como consecuencia del cambio en la actitud del gobierno. Desde la semana pasada, explicó Malta, el gobierno logró hábilmente negociar acuerdos en el Senado, con grandes sectores empresariales brasileños y con algunos conglomerados de medios de comunicación.
En la opinión del politólogo David Fleischer, de la Universidad de Brasilia, quien acompañó las manifestaciones en la capital del país, “lo único que une a todas esas personas es el sentimiento de disgusto, decepción y molestia por la situación, en especial por la crisis económica”, dijo. “Hay diversos grupos –partidarios de la destitución de Rousseff, de la intervención militar e incluso monárquicos y parlamentarios–, pero lo que une a todos ellos es la crisis económica y política”. Señaló asimismo que las protestas de domingo fueron un poco diferentes, porque hubo muchas críticas al expresidente Lula y muchos elogios al juez Sergio Moro, responsable de los procesos derivados de la Operación Autolavado.
Traducción: Lucas Magdiel
Fonte: Politólogos evalúan participación popular durante las manifestaciones



