Braille: la accesibilidad mejora en Brasil, pero aún debe avanzar

Hace casi 200 años, el sistema Braille permitió escribir y leer a las personas ciegas o con baja visión. En el Día Mundial del Braille, el 4 de enero, Agência Brasil conversó con especialistas que muestran que el país ha mejorado la accesibilidad para estas personas, pero aún necesita avanzar.
"Suelo decir que la humanidad tuvo una gran conquista con la invención de la escritura y, durante todo este tiempo, hubo intentos de desarrollar una escritura para ciegos. La gran conquista llegó con el Braille. Por eso es importante que podamos trabajar juntos en el futuro", afirma Regina Oliveira, miembro del Consejo Mundial del Braille y del Consejo Iberoamericano del Braille.
Según Regina, el braille es una herramienta fundamental para la alfabetización y la independencia de las personas ciegas y con baja visión. Nació con glaucoma y, a los 7 años, perdió completamente la vista. Tuvo su primer o con la Fundación Dorina Nowill para Ciegos, que actualmente coordina y donde le enseñaron braille. La importancia del Sistema Braille, según ella, radica en el a la escolarización, así como a la información que repercute en la vida cotidiana de las personas en general.
Censo
El último Censo del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), en 2010, muestra que hay en Brasil más de 6,5 millones de personas con discapacidad visual, siendo 506 mil ciegos y aproximadamente 6 millones con baja visión. Entre las personas ciegas, 110 mil de 15 años o más no saben leer ni escribir. Entre las personas con baja visión, 1,5 millones no saben leer ni escribir. Esto significa que aproximadamente una de cada cuatro personas (25%) con alguna discapacidad visual se consideraba analfabeta. Una tasa superior a la de la población general, que en 2010 era de aproximadamente el 8% para este grupo de edad.
El profesor del Instituto Benjamin Constant, también para ciegos y deficientes visuales, lamenta que haya un número reducido de instituciones especializadas para apoyarles. "Hay pocos profesores con conocimientos de braille en las redes de enseñanza pública y privada del país", añade.
Ha habido avances. Desde 2019, por ejemplo, por el Programa Nacional del Libro de Texto Accesible, los libros de texto se imprimen en braille y letras ampliadas en portugués. Los alumnos ciegos y con baja visión empezaron a recibir los mismos libros que el resto de los alumnos de la clase.
Sin embargo, según los entrevistados, sigue siendo necesario no sólo imprimir más libros y materiales en braille, sino también ampliar el a equipos como la línea braille, que sigue siendo muy cara. Esta línea es un equipo que muestra en braille lo que aparece en la pantalla de ordenadores, tabletas y teléfonos móviles. "Para mí, está en el campo del sueño del consumo", dice Margareth.
Regina señala que Brasil es muy rico en legislación. "La gran cuestión es poner en vigor esta legislación, para que todo funcione".
Margareth insiste en que el braille no debe ser sustituido por lectores de pantalla u otros recursos. "Los recursos informáticos digitales no sustituyen al braille", añade. Para ella, los ciegos tienen derecho al braille. "Muchas veces, quiere leer una partitura, una cifra musical, necesita este o con el braille. [El sistema] facilita la comprensión de algunos recursos, facilita, por ejemplo, el estudio de lenguas extranjeras", afirma.
Louis Braille
El sistema Braille fue creado en 1825 por el francés Louis Braille, que quedó ciego a los tres años debido a un accidente que le infectó ambos ojos. La versión más conocida de esta lectura con los dedos data de 1837. El sistema permite la comunicación en varios idiomas.
En Brasil, el braille fue introducido por José Álvares de Azevedo, creador de la primera escuela de enseñanza para ciegos del país, el Instituto Imperial de Niños Ciegos, hoy Benjamin Constant. El 8 de abril, cumpleaños de Azevedo, se celebra el Día Nacional del Braille.

