Rousseff considera naturales las protestas, pero no la solicitud de destitución

La presidenta Dilma Rousseff consideró naturales de un país democrático las manifestaciones que tuvieron lugar el domingo (8) en contra de ella y de su gobierno, cuando hubo, en varias ciudades brasileñas, una protesta en forma de cacerolazo y bocinazo. Las manifestaciones se dieron durante el pronunciamiento hecho por la mandataria en una cadena nacional de radio y televisión. Rousseff destacó que, sin embargo, no hay razón para que estas manifestaciones pidan por su destitución.

“Aquí [en Brasil] la gente puede manifestarse. Yo soy de una época en que, si nos manifestáramos, terminábamos en la cárcel y podríamos ser torturados o muertos. Llegamos a la democracia y tenemos que vivir con la manifestación. Lo que no podemos aceptar es la violencia”, dijo la presidenta a los periodistas.

Rousseff comentó que no hay lugar en el país para una tercera vuelta de las elecciones. “No es posible, en Brasil, que no aceptemos las reglas del juego democrático. La elección ha terminado, hubo primera y segunda vuelta. Una tercera vuelta de las elecciones no puede tener lugar a menos que uno quiera una ruptura democrática. Y yo creo que la sociedad brasileña no aceptará rupturas democráticas”, subrayó.

La mandataria dijo que los que convocan las protestas pueden organizarlas como quieran. “Ella [la manifestación] tendrá las características que tenga sus convocantes. Pero ella misma no representa ni la legalidad y la legitimidad de solicitudes que afecten a la democracia”.

Traducción: Leonardo Vieira