Las principales ciudades brasileñas fueron escenario este domingo de manifestaciones contra la corrupción y a favor de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. Algunos manifestantes pedian el regreso de la dictadura militar.
En Brasilia, las personas ocuparon la Explanada de los Ministerios, el centro de la istración federal. Varios manifestantes llevaban camisetas con la imagen del juez Sérgio Moro, responsable de los procesos de delitos relacionados con la corrupción en contratos de Petrobras, investigados por la Policía Federal.
En la capital de Bahía, Salvador, manifestantes contra el gobierno de Rousseff se reunieron en un barrio de clase media. El acto fue convocado en las redes sociales principalmente por el Movimiento Brasil Libre.
La empresaria Maria da Glória Carvalho, de 59 años, dice que fue a protestar contra la corrupción. “Soy una mujer de negocios, productora agrícola, tengo hacienda. Brasil está tomado por la corrupción y tiene que cambiar. Tenemos que limpiar el nombre de nuestro país”, dijo.
Sin embargo, según el estudiante Guilherme Brandão, de 16 años, que estaba al lado de la familia, la destitución no es la solución. “Estoy en contra de la forma como el gobierno está istrando el país y creo que eso debería cambiar, pero de otro modo. Si hay destitución, será un problema más para Brasil. Dilma debe completar su mandato, pero no como ha estado haciendo”, sostuvo.
En São Paulo, manifestantes en favor de la destitución de Rousseff ocuparon la céntrica Avenida Paulista. Al igual que en otras ciudades, la mayoría de la gente se puso verde y amarillo o llevaba la Bandera Nacional. Dos marionetas inflables gigantes representando a Rousseff y Lula en ropa de prisioneros fueron instalados en el centro de la avenida.
En Río de Janeiro, reunidos en el más famoso escenario de la ciudad, manifestantes recorrieron la playa de Copacabana. Uno de los camiones de sonido llevaba una pancarta con la frase “Fuera Comunismo”. El portavoz del movimiento dijo que las familias de derecha estaban allí en contra del Partido de los Trabajadores (PT). Antes, un avión pasó con la pancarta “No habrá golpe - Frente Brasil Popular”, organización que reúne a movimientos sociales. Cientos de policías militares acompañaban a la marcha. No fueron registrados incidentes o enfrentamientos.
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