Armas no letales, de menor potencial ofensivo, como gases lacrimógenos, porras y balas de goma, gas pimienta y arma de electrochoque, tendrán prioridad en la acción policial en todo el país, a condición de que la medida no ponga en peligro la vida de los agentes de policía. Es lo que determina una ley que entró en vigor este martes.
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Después de nueve años de discusión en el Congreso Nacional, el texto fue aprobado por el Senado a finales de noviembre. Según el proyecto, las armas no letales tienen baja probabilidad de causar muerte o lesiones permanentes y están diseñadas para contener, debilitar o incapacitar temporalmente a las personas.
La ley también prohíbe el uso de armas de fuego en casos de abordaje a fugitivos desarmados o a vehículos que no respeten el bloqueo policial, siempre que el uso de armas no letales no ponga en peligro la vida del agente de seguridad o de terceros.
Los parlamentarios destacaron la importancia del uso de armas no letales en vista del aumento de la violencia en la acción policial, que, todos los años, resulta en muchas muertes, especialmente de jóvenes. La expectativa es adecuar el uso de la fuerza por parte del Poder Público, para reducir los casos graves.
