Brasil aún registra evitables muertes maternas por hipertensión

Las muertes maternas por hipertensión persisten en Brasil, a pesar de ser completamente prevenibles. Así lo demuestra un estudio de investigadores de la Universidad de Campinas (Unicamp), que analizó datos de 2012 a 2023 y evidenció que el problema está fuertemente vinculado a la desigualdad.
En el período investigado, la tasa promedio de muertes entre mujeres indígenas superó en más del doble a la de mujeres blancas. La de mujeres negras fue casi tres veces mayor que la de las blancas.
"No existe una predisposición biológica a una mayor mortalidad por trastornos hipertensivos del embarazo en estos grupos. Estas mujeres tienen mayor probabilidad de vivir en situación de pobreza, tener menos a la educación y enfrentar barreras en el a una atención sanitaria de calidad."
El estudio añade que "el sesgo racial sistémico en el sistema de salud puede llevar a un tratamiento prejuicioso y a cuidados desiguales. Además, las mujeres negras, pardas e indígenas pueden experimentar interacciones negativas con profesionales de la salud, lo que contribuye a la desconfianza en los servicios sanitarios y resulta en peores desenlaces maternos y perinatales".
Durante el período de 11 años, casi 21 mil mujeres murieron durante el embarazo, el parto o el puerperio. En aproximadamente el 18% de los casos —3.721 muertes— las causas fueron complicaciones derivadas de la hipertensión.
Esto significa que la tasa general de mortalidad materna en Brasil fue de 61,8 por cada 100 mil nacimientos, por debajo del límite de 70 establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero bastante por encima de los índices de países desarrollados, que suelen variar de 2 a 5 muertes por cada 100 mil nacimientos.
Efecto pandemia
Considerando únicamente las muertes comprobadas por hipertensión, la tasa promedio fue de 11,01 por cada 100 mil nacimientos, y mantuvo un patrón estable a lo largo de los años, con excepción de 2023, cuando bajó a 8,73. A pesar de la reducción, por ahora el dato se trata con cautela y se considera un punto estadísticamente fuera de la curva.
Además, en 2022 se registró el mayor número proporcional de casos: 11,94 muertes por cada 100 mil nacimientos. Los investigadores creen que este pico fue una consecuencia indirecta de la pandemia, que desorganizó los servicios de salud en 2020 y 2021, impactando la atención obstétrica durante ese período y en los meses siguientes.
Según José Paulo Guida, profesor del Departamento de Tocoginecología de la Universidad de Campinas y uno de los autores del estudio, esto ya demuestra la importancia del prenatal de calidad:
"Una mujer no muere de un momento a otro. Hubo diversos momentos en los que se la podría haber tratado para evitar la muerte. Entonces, tan pronto como la mujer descubre que está embarazada, debe comenzar el prenatal. Tal vez esa no sea la realidad para mujeres que viven en regiones más alejadas de los centros urbanos, lo cual ya representa una barrera de . Aquí en Brasil, el promedio de inicio del prenatal es en la semana 16, es decir, alrededor del cuarto mes", añade.
Prevención
Este es un punto crucial en el manejo de la hipertensión, ya que dos medicamentos bastante accesibles y baratos pueden reducir en un 40% la posibilidad de complicaciones, siempre que se istren antes de que el embarazo alcance las 16 semanas: el carbonato de calcio y el ácido acetilsalicílico (AAS). En febrero, el Ministerio de Salud determinó la prescripción de calcio para todas las gestantes, y el AAS debe ser utilizado como medida complementaria por aquellas que tienen mayor riesgo.
Sin embargo, Guida refuerza que los medicamentos no deben faltar en las unidades de salud, y los profesionales de todo Brasil deben estar capacitados para identificar correctamente los factores de riesgo y prescribir adecuadamente las medicaciones.
"Es fundamental que, en la primera consulta, el profesional obtenga información sobre los antecedentes de la paciente: ¿cómo fue el embarazo anterior? ¿Es muy joven? ¿Ya tiene una edad avanzada? ¿Tiene obesidad o alguna enfermedad? Todos estos son factores de riesgo para desarrollar hipertensión durante el embarazo."
El estudio también identificó que la proporción de muertes aumenta significativamente después de los 40 años, y la tasa promedio se acercó a 31 muertes por cada cien mil nacimientos. Según Guida, las mujeres en este grupo de edad tienen más posibilidades de quedar embarazadas ya con problemas de salud, como la propia hipertensión o la diabetes, lo que incrementa el riesgo de complicaciones.
Además, existe la posibilidad de que las muertes por hipertensión sean aún más numerosas, ya que 2,4 mil mujeres murieron por hemorragias en el período analizado. Según explica el profesor, la hipertensión provoca la destrucción de las plaquetas, dificultando la coagulación de la sangre, lo que también puede conducir al óbito.



